Durante el mes de abril, las noticias del mundo de la regulación, estuvieron totalmente abocadas a la pandemia mundial, lo que da cuenta de la manera en que el mundo está prácticamente detenido por esta situación de riesgo. Por lo tanto, a diferencia de los Boletines anteriores, en este ejemplar, encontraremos una panorámica marcada por la realidad COVID-19.
Si bien, la mayoría de los proyectos anteriores a la pandemia están paralizados en espera de una evolución positiva y los esfuerzos regulatorios están enfocados en facilitar la cotidianeidad del mundo audiovisual, las autoridades públicas y las organizaciones privadas deben seguir cumpliendo con las normas existentes. Ese, por ejemplo, es el caso del uso de los datos personales, puesto que muchospaíses han tratado de reunir y utilizar datos personales como medio de ayudar a controlar la propagación del virus COVID-19 y de gestionar sus efectos en la salud pública. En algunos países se han publicado normas u orientaciones específicas en este ámbito y en otros semejantes.
Los países europeos más afectados por el brote están aplicando también medidas reglamentarias especiales relativas a los servicios de comunicaciones electrónicas. Esas medidas van desde laprotección del consumidor hasta normas relacionadas con la asignación del espectro.
Sin duda, una de las preocupaciones de la industria es la mitigación de las repercusiones económicas. También hay iniciativas específicas para luchar contra la propagación en línea de la desinformación sobre el virus.
Sin duda, la crisis sanitaria global generada por la expansión de COVID-19 presenta una serie de desafíos para empresas del sector de las comunicaciones y para los Estados de la región que deben responder y garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información en el contexto de la pandemia. Un tema importante que ha surgido a este respecto, de especial interés para los reguladores, es el de la autoregulación y la multiplicidad de problemas sobre la regulación privada de las grandes plataformas de internet. La pandemia hace más evidente las limitaciones de la autorregulación y se convierte en un momento de especial importancia para proponer alternativas
sobre el modelo de gobernanza de Internet.
También informamos aquí, sobre una interesante campaña de uso de las pantallas en cuarentena y del control personal y familiar frente a la desinformación.