-
En Chile, las mujeres de todas las edades y grupos socioeconómicos son las mayores consumidoras de televisión.
-
Un nuevo estudio del CNTV profundizó en las percepciones de miles de mujeres sobre la televisión.
Jueves 22 de septiembre.- Según los datos del People Meter analizados por el departamento de Estudios del CNTV, las mujeres de todas las edades y grupos socioeconómicos son las mayores consumidoras de televisión. Especialmente las mayores de 60 años, cuyo promedio de consumo diario puede llegar a las nueve horas. Tendencia que se confirma en estudios dirigidos especialmente a adultos mayores y sigue apareciendo en las consultas realizadas por el CNTV.
De acuerdo a los testimonios de las mujeres entrevistadas, aquellas que trabajan en casa tienden a dejar encendida la televisión como un elemento de acompañamiento. Las que vuelven al hogar después del trabajo, también tienen una alta tendencia a encender el televisor. En general, se encontraron bastantes afirmaciones respecto a que la “tele” está encendida todo el día y van variando los contenidos que están viendo.
De acuerdo al estudio, las mujeres ven televisión en compañía de niños menores de 16 años en una proporción que es el doble que los hombres, y eso es así tanto para mujeres que son jefas de hogar, como las que no. Incluso, señala el estudio, “las mujeres manifiestan disposición para ver programas que normalmente no consumirían en solitario cuando son los hijos u otros miembros de la familia quienes optan por ellos”.
No obstante el alto interés por ver televisión, también existe una alta desconfianza. Es una tendencia que se visualiza en todas las audiencias y no sólo entre las mujeres. Según la publicación “Confianza y consumo de TV entre las mujeres: estudio cualitativo sobre percepciones” realizada por el departamento de Estudios del CNTV, en públicos de todas las edades, géneros y grupos socioeconómicos se visualiza un “panorama de alta desconfianza hacia la televisión abierta, el que coexiste con una relevante predisposición positiva a consumir sus contenidos”. Es decir, las personas tienen una alta disposición a ver televisión, pero desconfían de ella.
Según los datos, las mujeres de mayor edad son quienes más confían en la televisión, en la TV abierta, de pago o regional. Es preciso indicar que los niveles de confianza aumentan casi linealmente con la edad, lo que no quiere decir que no exista desconfianza entre las adultas mayores. La información, una de las principales demandas de las audiencias hacia la TV abierta, es uno de los mayores receptores de desconfianza. “Cuando se critica a la televisión, las mujeres del estudio identifican claramente como causa última de los problemas de la pantalla una búsqueda de ganancias”, señala el estudio.
Diversas razones explican la desconfianza hacia la televisión. La homogeneidad de las noticias es uno de los factores mencionados por las personas entrevistadas, las que perciben que “todos los canales muestran lo mismo”, según consigna el estudio. La repetición de las noticias es otra razón para desconfiar. De acuerdo a datos del Anuario de Oferta y Consumo 2022, que analizó más de 46 mil horas de pantalla, se emitieron casi 10 mil horas de noticias.
El pluralismo es un factor que incide en la desconfianza, señala la investigación del CNTV. “Tanto mujeres como hombres, coinciden en que la televisión abierta no es un medio plural y que si se quiere una mirada distinta, se debe buscar en otro tipo de medios de comunicación”.
El centralismo es otro factor criticado por las mujeres del estudio. “A mi me gustaría que a los canales regionales les dieran más importancia”; “Que se dedique más tiempo al tema de las regiones porque todo ocurre en Santiago, pero Santiago no es Chile”; “No dan noticias locales en los noticiarios, como antes que cortaban las noticias para dar una parte regional”; son algunas de las expresiones que dan cuenta con este malestar.
La negatividad en las noticias también aparece como factor que influye en la desconfianza. La capacidad para promover e instalar temas negativos, como la delincuencia o los problemas ambientales, son cuestiones analizadas por las mujeres del estudio. Que estos contenidos se repitan en distintos días y canales estaría provocando “un efecto de cansancio acumulativo derivado de exponerse de forma permanente a las noticias”, señala la publicación.
Un factor que sí genera confianza es que los “rostros de televisión son fundamentales para la construcción de confianza en la televisión”. De acuerdo a la publicación del dpto. de Estudios del CNTV, los “rostros percibidos como libres generan más confianza, lo que repercute en la credibilidad del canal”.