En serie animada.-
La agrupación musical, que en 2020 celebra sus 40 años de trayectoria, comparte sus canciones animadas en Canal 13.
El miércoles 25 de diciembre, a las 8 de la mañana, Mazapán vuelve a la televisión. Fue la productora Fábula TV —de los hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín quienes las buscaron cuando se dieron cuenta de que sus canciones, vigentes después de casi 40 años de trayectoria, no tenían una propuesta audiovisual.
‘Mazapán animado’ se llama el programa que transmite Canal 13 —que se armó con los fondos del CNTV— que crearon con ilustraciones de Paloma Valdivia y Carles Ballesteros. Son 14 videoclips de canciones como ‘La cuncuna amarilla’, ‘La chinita Margarita’ y ‘El ratón’ que serán hiladas por nuevos personajes en cada capítulo.
‘Ellos vieron que en YouTube había videos con versiones bastante precarias, hechas por cualquier persona, y que tienen millones de visitas’, cuenta Michelle Salazar, directora musical. Ella junto a Verónica Prieto, Lulú Corcuera, Victoria Carvallo y Cecilia Álamos —todas de la banda original— se preparan para un 2020 de celebraciones. Acaban de lanzar su nuevo disco ‘La ballena filomena’, el número 16 de su carrera (+ 2 vinilos) y el primero de canciones inéditas en 15 años.
‘Está buenísimo este proyecto porque todo tiene que ver con nosotros, el colorido es muy nuestro. Y con mucho humor’, añade Verónica.
La historia de Mazapán comienza cuando todas eran estudiantes de Música de la U. Católica. Carmen Lavanchy —la fundadora, que abandonó el grupo el 2010— las unió para interpretar las canciones infantiles que había creado. Fue tan bueno el resultado que sacaron un long play y ya en 1983 las convencieron de tener su propio programa en Canal 11. Lo que vivieron fue un boom durante dos años y en 1985 se cambiaron a TVN.
‘Fueron años intensos’, recuerda Michelle. ‘Estábamos criando niños chicos’ —’y no pocos’, acota Verónica— y trabajando en otras actividades. Pero parece que cuando uno está más presionada es cuando más crea’.
‘No nos dimos cuenta’, dice Verónica. ‘Fuimos bastante inocentes respecto a lo que estaba pasando con nosotras. Nunca nos creímos el cuento’.
—La historia cuenta que Lucía Hiriart las sacó de TVN porque no quisieron cantar en sus jardines infantiles…
Verónica: —¡Esa es la parte que más les gusta a los periodistas! (se ríen)
Michelle: —Al final, la Lucía Hiriart nos hizo un gran favor. Era nuestro tercer año consecutivo en televisión, y criando guaguas, era el momento preciso para parar. Se te agotan la creatividad, las canciones y los juegos. Todas pudimos retomar nuestras actividades, otros intereses. Fue bueno parar.
Verónica: —Es que nunca nos hemos involucrado en política, además porque en el grupo hay distintas opiniones.
—De Los Beatles en adelante, bandas emblemáticas han tenido quiebres emblemáticos producto de sus diferencias. ¿Cómo han logrado subsistir?
Michelle: —Yo lo he pensado harto. Y creo que una de las grandes razones por las que hemos permanecido tanto tiempo, es que dentro del grupo no hay egos. No hay nadie que diga ‘yo tengo que estar más adelante’ o ‘yo soy la protagonista’ o ‘yo hice esto’. Todas trabajamos como hormigas para el grupo. Como peones.
Por culpa del Oso Yogui
En 2012, ellas intentaron recuperar los archivos del emblemático programa y con lo que rescataron armaron 4 DVD. La mayoría de los archivos que consiguieron eran cintas que habían ocupado para grabar otras cosas. ‘Nos encontramos con el Oso Yogui entre medio de nuestros programas (risas). Nos reímos pero es terrible’, dice Verónica. El material en DVD también desapareció cuando Feria Mix quebró. Hace poco las llamaron porque habían encontrado cientos de copias botadas en una bodega.
Lo importante es que esos niños que las vieron son ahora los padres que atiborran cada show junto a sus hijos. Hoy con dos músicos más sobre el escenario —Juan Pablo Astorga y Paula Barrientos y dos bailarines que les dan vida a los personajes. ‘Nuestras canciones nuevas están inspiradas en nuestros nietos, aunque el más grande ya va a la universidad’, cuentan. Entre las cinco integrantes, suman 35 nietos.
Todas mantienen oficios paralelos. ‘Aunque vivimos de nuestros maridos’, acota Verónica riéndose. Lulú hace clases en un colegio; Cecilia es costurera; Victoria jubiló de profesora; Michelle se dedica a la danza y los jardines y Verónica hace esculturas y escribe libros para niños.
—¿De qué manera ven que han cambiado los niños de hoy?
Verónica: —No sé si han cambiado, pero nosotros no les buscábamos entretención 24 horas al día. Ahora salen del colegio y todo el mundo se desespera por qué hacer con los niños. ¡Dejen que los niños se aburran!
Michelle: —Los niños de hoy están hiperestimulados. Lo que sí, mirando nuestros programas era impresionante la lentitud que tenían. Si los niños de hoy los ven, no sé, le tiran una piedra a la tele. Yo creo que les hace a bien a los niños estar tranquilos, pasa que los adultos no se los permitimos. Cuando mis nietos me preguntan: qué vamos a hacer. Yo les digo: ‘Nada’. No sé, pintan o salen al patio a jugar. Hoy, entre las actividades extraprogramáticas y la psicopedagoga… —Y, probablemente, los niños escuchan reggaetón o trap.
Michelle: —Porque la mamá, con tal de que el niño no moleste, le pasa el teléfono y le pone cualquier cosa. Por eso a Fábula se le ocurrió este proyecto, porque no hay videos de calidad para niños. Y es tan importante que escuchen música de calidad, porque eso les prepara el oído para el día de mañana.
Verónica: —Además, las niñas están contorneándose ya ves cómo.
Michelle: —Míralas cómo las visten en el mall: niñas de 3 años con peto, taco alto y uñas pintadas. No se trata de ser anticuadas, se trata de respetar a los niños en su estado. Ahora, en esencia, yo diría que los niños de ayer son los mismos niños de hoy; tienen los mismos miedos y penas. Tienen el mismo miedo a que les apaguen la luz. Por eso nosotros seguimos haciendo cosas. Y yo creo que vamos a seguir, hasta que ya no nos dé la energía.