Con motivo de su presidencia pro tempore de la Plataforma de Reguladores del Sector Audiovisual de Iberoamérica (PRAI), el Consejo Nacional de Televisión de Chile organizó el pasado 13 de mayo la Jornada Abierta “Reguladores Audiovisuales: Medidas frente a la Desinformación”, un espacio de diálogo interinstitucional que convocó a expertas de Colombia, Brasil, Portugal, UNESCO y Observacom.
El encuentro, realizado de forma virtual, tuvo como objetivo compartir iniciativas, evaluar estrategias y proyectar acciones coordinadas frente al fenómeno de la desinformación, en un contexto donde la manipulación informativa impacta directamente la calidad de las democracias y los derechos de las audiencias.
El presidente del CNTV y de la PRAI, Mauricio Muñoz, dio inicio a la jornada señalando que “la falta de regulación no es neutral: es dejar que las grandes plataformas globales definan solas las reglas del discurso público”. Y agregó: “Lo que defendemos no es censura, sino una regulación proporcional, basada en derechos y construida democráticamente”.
En sus palabras inaugurales, Muñoz subrayó: “La desinformación no es solo un problema técnico. Es un fenómeno que erosiona la confianza pública, distorsiona el debate democrático y vulnera derechos fundamentales. Esta jornada no es solo una instancia académica o de diagnóstico, sino una invitación a construir colectivamente herramientas concretas para enfrentar este desafío”.
La jornada fue moderada por la directora de Estudios del CNTV, Elisabet Gerber, y se estructuró en dos bloques temáticos. En el primero, centrado en iniciativas actuales, Andrea Muñoz (CRC, Colombia) abordó la necesidad de establecer estándares de trazabilidad y control ciudadano sobre la publicidad política digital. “Debemos asegurar la transparencia del gasto en campañas en línea. La ciudadanía tiene derecho a saber quién paga por el contenido que ve”, afirmó.
Tania Soares (ERC, Portugal) destacó experiencias escolares en alfabetización mediática: “En Portugal trabajamos con niñas y niños desde temprana edad para que aprendan a identificar contenidos falsos y desarrollen pensamiento crítico”.
María Capurro (Observacom) reflexionó sobre los límites de la intervención estatal: “Los marcos regulatorios deben considerar salvaguardas claras para no generar efectos inhibitorios sobre la libertad de expresión”.
El segundo bloque se orientó hacia los desafíos futuros. Marina Pita (SECOM, Brasil) abogó por marcos regulatorios que respondan al daño real de la desinformación sin vulnerar derechos: “No se trata de censurar, sino de responsabilizar a quienes promueven prácticas sistemáticas de desinformación que generan daño social”.
Por su parte, Patricia Peña (UNESCO) afirmó que “la desinformación afecta múltiples dimensiones de la vida democrática: salud, elecciones, infancia”, e instó a articular a los reguladores con otras instituciones clave como los sectores de salud, educación y niñez: “La respuesta debe ser intersectorial, porque la desinformación también lo es”.
Desde el CNTV se reafirmó la importancia de avanzar en una gobernanza digital que combine alfabetización mediática, regulación proporcional, transparencia algorítmica y cooperación internacional. “Chile está impulsando una mirada que articule derechos, tecnología y pluralismo”, sostuvo Muñoz.
La jornada se enmarca en las acciones estratégicas impulsadas por Chile al frente de la PRAI y será insumo para la elaboración de un manual regional de buenas prácticas frente a la desinformación, actualmente en desarrollo.