La programación infantil y adolescente es prácticamente inexistente en la televisión abierta nacional. De forma paralela, estos públicos se han ido desplazando hacia otras ofertas audiovisuales, principalmente por Internet. Resulta difícil establecer qué fue primero: la fuga de audiencias o la desaparición de la oferta específica. Con todo, este anuario constata el fenómeno.
Cabe señalar que la retirada de esta audiencia no ha sido total. Siguen siendo televidentes de muchos programas de la televisión abierta, principalmente informativos, teleseries y eventos deportivos. Los datos de encuestas llevan a pensar que parte de este consumo se da en un contexto familiar: ven esta programación acompañados de padres, abuelos u otros adultos.