Domingo 24 de junio a las 19:00 horas por La Red
CNTV entrevistó a Susana Espinoza, tras la idea original y producción ejecutiva de la serie Extraordinarios, que a través de ocho protagonistas nos mostrará las historias de distintas personas en situación de discapacidad que se destacan por sus habilidades, personalidad y determinación.
Comentabas que el objetivo de la serie es visibilizar a personas con capacidades distintas desde una mirada optimista. ¿Cómo se logra aquello?
Efectivamente la mirada de la serie es optimista y horizontal, tratando a los personajes como uno más, poniendo atención en sus habilidades por sobre sus limitaciones, alejándonos de la mirada paternalista y lastimera con la que comúnmente se ve a las personas en situación de discapacidad. Nuestros protagonistas son personas que por mérito propio han logrado alcanzar sus metas o sueños, gracias a su personalidad, determinación y fuerza para sortear los obstáculos del entorno que finalmente son las verdaderas barreras para ellos.
¿Cómo cuentas las historias de sus protagonistas sin que se asemeje a una especie de reportaje de la Teletón?
Lo que nos diferencia de un reportaje de la Teletón, aparte de abordar distintas discapacidades, es que tenemos objetivos distintos. La Teletón cumple una función específica, que es conmover con las historias que proyectan para llevar a la gente a colaborar con dinero y poder construir más centros. Una labor que debiera ser responsabilidad del Estado, pero eso es otro tema. Nosotros no buscamos conmover con las historias de nuestros personajes, sino más bien abrir los ojos de la gente y generar un cambio de mirada en torno a ellos, demostrándoles que estas personas son tan capaces como todos, con algunas limitaciones sí, pero con un montón de habilidades también, y por tanto, pueden aportar tanto o más que un individuo sin discapacidad, convirtiéndose también en miembros activos de esta sociedad.
Nuestros personajes reconocen sus diferencias, pero no se quedan detenidos ahí. Nosotros tampoco como realizadores, pues valoramos sus talentos por sobre cualquier dificultad física, cognitiva o sensorial que pudieran tener. A eso invitamos a la gente con esta serie.
¿Cuál es el aspecto masivo de la serie? Pensando que está ideada para un medio masivo como es la televisión.
Creo que las historias de vida son siempre atrayentes para la audiencia. Nuestra serie cuenta con historias y personajes cautivantes, luchadores, que te atrapan por su fuerza, optimismo y su resilencia. A través de un formato de seguimiento documental con un relato ágil que se adapta a un tono y ritmo televisivo, vamos empatizando con ellos, sumergiéndonos en su mundo, sin caer en manierismos ni sacrificar el contenido, puntos de vista y dignidad de nuestros protagonistas.
¿Qué prejuicios derribaremos como espectadores?
Como espectadores nos daremos cuenta que somos un país muy discriminador todavía. Nuestros protagonistas derribarán un montón de prejuicios y miedos en torno a ellos. Normalmente hay una muy mala predisposición hacia las personas en situación con discapacidad, incluso mucha discriminación positiva, suponiendo que no pueden hacer esto o aquello, y nuestros personajes nos demostrarán todo lo contrario. Así es cómo veremos a una joven independiente con síndrome de Down que es capaz de vivir sola, a un joven bailarín que a pesar de ser sordo es coreógrafo y tantas otras historias más. Nos daremos cuenta que las verdaderas limitaciones, no están en las personas que las presentan, sino en el resto de nosotros como sociedad que no sabemos convivir con las diferencias.
Se dice mucho, se hace poco. ¿Cómo llama el programa a la acción?
Efectivamente somos un país de mucho discurso y poca acción, sobre todo en este tema, pues la discapacidad es un tema poco atractivo y solo una vez al año se le pone atención a través de la Teletón que se centra casi 100% en las personas con movilidad reducida. Pero existen un montón de otras discapacidades que han existido siempre, por eso parece increíble que no estemos preparados en cuestiones que ya se tornan básicas en otros países más desarrollados donde hay inclusión real.
La serie llama a la acción a través de la voz de sus propios protagonistas, sus historias darán cuenta de sus capacidades, pero también nos interpelarán como sociedad, así como la serie se aleja de los paternalismos, también de los reclamos sin propuestas. Al conocer sus historias, nos daremos cuenta que hay una gran ignorancia en torno a la discapacidad y falta de voluntad para aplicar los ajustes necesarios como sociedad para convivir de mejor manera con las diferencias. Siempre esperamos que la persona que padece una limitación sea quien se adapte al entorno y ese es un tremendo error, la adaptación debe ser mutua, de ambas partes y esa voluntad en Chile, es débil todavía.
¿Por qué pensaron en Sergio Castro como director de la serie?
El proyecto partió de la mano de la documentalista Pamela Pequeño, quien estuvo colaborando como Directora en la parte inicial de desarrollo. Lamentablemente por otros compromisos laborales no pudo continuar y a ambas nos pareció un buen nombre el de Sergio Castro como Director, dado que es un realizador con experiencia en ficción y documental, pero sobre todo, porque contaba con la sensibilidad para abordar esta temática con la seriedad y altura de mira que requería. En lo personal ya había tenido la oportunidad de trabajar con él, por tanto ya conocía su manera de trabajar y me pareció que podía ser un tremendo aporte además desde lo audiovisual.
¿Cómo fue la investigación y casting de los ocho personajes finales? ¿Qué equilibrio se buscó entre todos ellos? Y además de lo evidente, ¿qué tienen en común?
La investigación partió el año 2015 gracias al Fondo de Corfo Desarrollo. Lo primero fue definir las discapacidades que abordaríamos, escogiendo 4 que a nuestro parecer habían tenido menos oportunidad de ser visibilizadas: Síndrome de Down, Síndrome de Asperger, Personas Ciegas y Personas Sordas. Esta investigación continuó profundizándose ya una vez que iniciamos la producción del proyecto gracias al Fondo CNTV, bajo la Edición Periodística de Ana María Lara. El equilibrio que se buscó entre todos los personajes se basó en encontrar personas comunes, con determinación, no superhéroes ni fenómenos, sino personas que habían logrado sobreponerse a sus propias limitaciones para alcanzar sus objetivos, sin apelar a la pena, sino con carácter y una voz clara en lo que querían y pedían a la sociedad. Intentamos también encontrarlos en áreas distintas y con realidades socioeconómicas diversas. Su personalidad, optimismo y determinación es lo que los convierte a todos en Extraordinarios.
Si no obtenían el Fondo CNTV el 2016, ¿cuál era la factibilidad de hacer Extraordinarios?
Es díficil llevar a la televisión este tipo de contenidos y formatos sin el apoyo de fondos públicos, ya que los canales de televisión hoy día, que son quienes podrían financiar directamente un proyecto de este tipo, buscan contenidos más sensacionalistas o directamente de entretención, y para nosotros era súper importante respetar el formato documental de la serie. Sobre todo la seriedad que requería el tema, en ningún caso queríamos que la serie y nuestros personajes se convirtiera en un show sensacionalista, que promoviera una mirada de lástima.
La duración de 30 minutos por capítulo, ¿qué desafíos particulares presenta? ¿Qué permite y qué no?
Fue difícil concentrar las historias en 30 minutos, porque a veces te encuentras con más material que puede hacer crecer mucho más el capítulo. El desafío, es lograr construir una historia que tenga una estructura clara, que avance y tenga un desenlace. Nuestro propósito era poder mostrar a nuestros personajes en sus contextos, con sus obstáculos, sus luchas simbólicas y prácticas. En el día a día. Una estructura que presentara al inicio sus habilidades, luego continuara con sus conflictos y/o ajustes, para finalmente llegar a una conclusión. El formato de 30 minutos te permite construir un perfil amplio, pero te impide profundizar más como nos hubiese gustado. Para una segunda temporada, sin duda estamos pensando en hacer crecer el formato a 45 min por capítulo.
A lo largo del camino, ¿con qué espíritu te has sorprendido – para bien o para mal- a nivel de instituciones involucradas en la vida de los protagonistas de la serie?
Lo que pudimos notar realizando la serie, es que acá hay luchas muy particulares, muy individuales. Cada institución u organización, tiene su propia lucha para generar cambios respecto a las personas en situación de discapacidad. Por eso se logran pocos avances, porque no hay una cohesión masiva de todas las personas con discapacidad para hacer llamados de atención y lograr grandes cambios ambientales, culturales y sociales, como sí lo han logrado articular otros movimientos con sus demandas: el movimiento gay, el movimiento feminista, etc. Por eso la serie le da visibilidad a cuatro condiciones o discapacidades que han existido siempre, pero que se les ha ignorado en muchos casos, y sobre las que sigue existiendo mucho prejuicio.
¿Tienes alguna historia que les haya tocado presenciar durante el rodaje, que se haya traducido en algo concreto que haya transformado la vida de alguno de los protagonistas de Extraordinarios?
Sin duda la historia de Carmen Paz Rojas, una joven de 25 años con Síndrome de Down que muy valientemente acepta vivir la experiencia de vivir sola, luego de haberse preparado para ello en la Fundación Cpued, derribando uno de los grandes mitos y miedos en torno a las personas con Síndrome de Down: si serán capaces o no en su vida adulta de vivir solos.
Carmen Paz con su historia y experiencia derriba todos los miedos. Nos ha sorprendido tremendamente, porque partimos registrándola cuando se estaba recién cambiando a su departamento nuevo para ejercer su autonomía y vida independiente. A lo largo del año fuimos acompañándola y siendo testigos de sus aprendizajes en este proceso y sus logros. Para ella significó un cambio en 180 grados, pasar de vivir en la casa de su hermana a vivir sola, fue una tremenda liberación, poder ejercer su libertad fue el mejor regalo que pudo recibir, sin tener al lado a alguien que siempre le estuviera diciendo qué hacer. En este capítulo podemos entender que los ajustes son parte de lo que ellos necesitan de nosotros como sociedad, y son acciones concretas en las que todos podemos colaborar. A la fecha Carmen Paz sigue viviendo sola, feliz y es admirable ver lo plena que se siente, con su propio espacio, con su trabajo que ama y con su pololo que adora. Ella tiene una vida plena, feliz, mejor que la que muchas personas sin discapacidad podríamos tener.
¿Por qué es importante poner estos temas en pantalla? ¿Qué conversación esperas generar en la sala de estar?
En lo personal me importa mucho visibilizar estos temas en pantalla. Vivo de cerca esta realidad, pues tengo una hija con Síndrome de Down y he podido ser testigo directo de situaciones que me parecen injusta. Me gustaría mucho que se abra una discusión social sobre los prejucios que rondan la discapacidad. Considero relevante que como sociedad tomemos conciencia de las adecuaciones que todavía tenemos que realizar para ser un país menos discriminador y más igualitario, de las acciones que podemos llevar a cabo para otorgarles oportunidades reales a las personas en situación de discapacidad, donde comencemos a mirarlos como un igual y no como especímenes raros, donde exista la voluntad de aceptar al otro cómo es. Donde inclusión y diversidad sean un hecho y no solo un discurso social.
Sin duda, es importante poner estos temas en pantalla para ampliar la mirada sobre la diversidad, la generosidad y la igualdad.
¿Cuál es el mayor mensaje tras la serie?
La serie invita a un cambio de mirada hacia las personas en situación de discapacidad. Invita a derribar prejuicios tan arraigados en nuestras sociedad y a poner atención en las capacidades de estas personas y no detenernos en sus limitaciones. A considerarlos e integrarlos realmente, porque ellos pueden, solo falta la voluntad.